martes, 11 de septiembre de 2018

Pensar la Unillanos desde las Humanidades


Por: Otto Gerardo Salazar Pérez
        Docente Escuela de Humanidades, Facultad de Ciencias Humanas y Educación
        Coordinador del Grupo de Estudio Da Vinci


A través de la resolución 057 de 2018 el Consejo Superior de la Universidad abrió reciente la convocatoria a la elección de rector y decanos de la Universidad de los Llanos. La elección se realizará el próximo 26 de octubre, es decir, a solo mes y medio. La perspectiva y coyuntura de elección abre un espacio oportuno a la reflexión del quehacer y direccionamiento de la Universidad de los Llanos para los próximos tres años, 2019, 20 y 21, que serán cruciales para superar circunstancias de desestabilización institucional que se han debido salvar relativos a la suspensión del rector en propiedad y un decano que fueron elegidos para el periodo que termina y que no pudieron concluir el mandato de sus planes de gobierno que emanaba de sus respetivas elecciones en propiedad.

Para los próximos tres años la Universidad afronta varios retos: en términos financieros, de procesos de acreditación, la superación del bache que representó la perdida del registro calificado de uno de sus programas en la Facultad de Ciencias Humanas y la respuesta a demandas de apertura de nuevos programas, de la consolidación de los procesos académicos e investigativos que demanda el cumplimiento del Plan de Desarrollo Institucional próximo a vencer y, en general, al acoplamiento y afrontamiento de la política que emanará del nuevo gobierno de Duque, que afecta dimensiones cruciales de desarrollo de la región en términos de educación, paz  y desarrollo.

Frente a ello, la Universidad, deberá validar su naturaleza de institución de formación superior, sus principios de autonomía y la “misión” y “visión” que define su quehacer en la región. Algunas de ellas, frente a las demandas del gobierno, los sectores productivos que la circunscriben la obligan a defender su naturaleza e incluso le exigen validar la función social y cultural que representan las instituciones de educación superior en el mundo, la cual no puede engancharse exclusivamente a exigencias productivas, de demanda y oferta económica, sin atenerse a la rentabilidad social para atender sectores sociales vulnerables y desarrollar y consolidar visiones de pensamiento crítico que sean factor de reflexión profunda del sentido y desarrollo de la región y el país. Se espera de ello, superar un operar que se limita a aterrizar políticas de gobierno que en ocasiones son lesivas para el mismo desarrollo educativo del país, como recién pasó con el Plan Ser Pilo Paga en universidades acreditadas, que terminó siendo factor de desfinanciamiento del sector educativo público en post del beneficio de instituciones de educación superior privada.
               
Dentro de todo lo anterior, son cruciales las humanidades. Y la Facultad que precisamente lleva su nombre, deberá ser líder de esta cuestión en comunión con la misión y visión de la Universidad de los Llanos, la cual  expresa en primer orden: formar integralmente ciudadanos  y  propender por ser la mejor opción de Educación Superior de su área de influencia dentro de un pensamiento reflexivo. 

Martha C Nussbaum, en: “Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita las humanidades” plantea al respecto como necesaria salvaguarda y contención del Estado burocratizado la actitud activa de la ciudadanía como responsabilidad  para hacernos cargo de nuestra vidas los siguientes presupuestos:

       La aptitud para reflexionar sobre las cuestiones propias y las políticas que afectan a la nación: analizarlas, examinarlas, argumentarlas y debatirlas.
            
            La aptitud para reconocer a los otros ciudadanos como personas con los mismos derechos que cada uno de nosotros, aunque sean de diversa raza, religión, género u orientación sexual. Verlos como fines en sí mismos y no como medios o instrumentos para obtener beneficios propios.
            
            La aptitud de interesarse en la vida de los demás.
         
          La aptitud para imaginar una variedad de cuestiones complejas que afectan la vida humana en desarrollo
            
       La aptitud para emitir juicios críticos sobre los dirigentes políticos, desde una perspectiva realista y apreciando las posibilidades de acción que tienen.
            
         La aptitud para pensar en el bien común de nuestro país, considerado como un todo y no desde la perspectiva de un grupo interesado solo por las relaciones locales.”  

Contrario a lo anterior, una política global desestimula en la Universidades el desarrollo y consolidación de la humanidades. El desarrollo de la ciencias básicas y aplicadas, el interés por la investigación con miras a la transferencia tecnológica al sector productivo y el rendimiento a los propósitos de formación de mano de obra calificada, tiende a desvirtuar la naturaleza original de los centros de pensamiento que deben ser las universidades, anclada a los procesos de investigación consolidados y con tradición para obtener profundidad y consistencia en el pensamiento crítico social.

la Universidad de los Llanos, puede profundizar y consolidar como deuda en la región, el desarrollo de las humanidades en dos programas fuertes: los idiomas, con su derivado de estudios de la dimensión lingüística del ser humano, y la sociología, como marco de comprensión científica de la dinámica social. Dos requerimientos urgentes en la región para consolidar el análisis social y la formación en lenguas extranjeras como estrategia para  profundizar la dimensión la internacionalización de la Universidad. Dos programas ya en curso, uno de ellos, el de idiomas, aprobado por el Consejo de Facultad, y supuestamente en curso en la oficina de Acreditación.

Para lo cual, planteamos un serie de principios que oriente y consoliden la acción de Facultad y que sean banderas para quienes aspiren a la Decanatura en la Facultad de Ciencias Humanas y Educación.

·             Confianza

·             Transparencia

·             Legalidad

·             Centralidad de lo académico y humanístico como esencia de la universidad


El primero de ellos, la confianza, tiende a recuperar la cohesión, el concurso y implicación de todos los docentes que hacen parte de la Facultad.

El segundo y el tercero, la transparencia y la legalidad, relacionados con la ética de lo público.

Y el último, Centralidad de lo académico y humanístico como esencia de la universidad, como instituyente  y faro de lo que debe constituir en esencia para la Facultad de Ciencias Humanas y el resto de la Universidad.





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