domingo, 4 de mayo de 2008

Mail Call: Televentas de la Muerte

Por: Otto Gerardo Salazar Pérez

Cada vez que un muchachito en una escuela estaudinense decide armarse hasta los dientes y disparar sobre sus compañeritos y su maestra desde una loma cercana a la escuela, por un motivo fútil, por aburrimiento o porque simplemente lo ignoran sus compañeritos, me viene a la mente la cultura de armas y de guerra que ostenta la democracia más sólida del planeta, una de las más avanzadas en tecnología y el régimen que globalmente imparte moral sobre derechos humanos.

Me aterran esas imágenes repetidas una y otra vez por las grandes cadenas televisivas, bastante morbosas pero gratificadas en “rating”, mostrando a un grupo de policías indecisos y agentes federales rodeando una escuela o universidad. A veces el desenlace es el victimario suicidado, después de agotar casi todo su arsenal, descargo con furia sobre las cabezas de sus prójimos como si fuera melones o patillas. Es casi como estar en medio de una película, pero esta vez de verdad.

Sin embargo, cada ocho días, los viernes, los norteamericanos se sientan con una cerveza en la mano, un pedazo de pizza a cualquier comida típica del sueño americano para ver “Mail Call”, un especie de programa de televentas de la guerra, donde un sargento retirado del Cuerpo de Marina de los Estados Unidos, R. Lee Ermey, vocifera todo el tiempo y exhibe todo tipo de armas y equipamiento de muerte.

No solo eso: hace una exhibición en directo de los efectos letales del distinto tipo de armas que usa, como pistolas, rifles, metralletas – la cuales suele denominar como: “esta belleza”, “esta bella y efectiva chica” - que descargan su mortífera munición sobre patillas colocadas a una distancia prudencial de prueba.

Mail Call es un programa bajo el disfraz de documental de televisión que se exhibe en “History Channel” y es presentado por R. Lee Ermey, sargento de artillería retirado del Cuerpo de Marina de los Estados Unidos. El programa fue presentado por primera vez el 4 de agosto de 2002, hace cinco años, y es ahora parte de “Viernes de Guerra” que se presenta por las cadenas televisivas norteamericanas. La mayoría de los episodios son de 30 minutos, pero al parecer ha sido tanta su popularidad que desde el 2007 algunos episodios se han ampliado a 60 minutos.

Durante cada episodio, Ermey lee y responde preguntas enviadas por televidentes respecto a armas y equipamiento usado por todas las divisiones del Ejército de los Estados Unidos ahora o en el pasado, así como otros ejércitos en la historia. Ermey a menudo toma locaciones de áreas militares para filmar demostraciones. Cuando no tiene estos espacios, emite desde un set parecido a un puesto de avanzada militar, el cual incluye: tienda de campaña, un Jeep y varias otras piezas militares.

Por supuesto que los adolescentes norteamericanos han sido “public target” accidental en la estrategia de mercadeo. Seguramente, los clientes motivados a la compra, esta compuesto por grandes corporaciones e industrias de guerra que saben exportar estos productos a todo el resto del planeta donde haya conflictos y diferencias de “baja intensidad”, como dicen los estrategas y politólogos.

Allí donde haya necesidad de eliminar al contradictor, donde se necesite una basuka de alto impacto y largo alcance que devore vidas, mutile, cercene, queme y mate, hacia allí se dirige ese mercado. A la larga, con lo que comercian, es con la muerte, de manera inmoral bajo un formato holywoodense, agazapados en la industria del entretenimiento.

Lee Ermey es hoy por hoy un icono de la cultura estaudinense, entre los sectores más populares; seguramente, como lo fue en su momento, Pablo Escobar para los habitantes de las comunas nororientales de Medellín. Pueden incluso parecerse mucho más porque ambos trafican con material lesivo e inmoral: Nuestro capo colombiano comercializaba droga hacia Estados Unidos, para que los ejecutivos de las grandes empresas norteamericanas, incrementaran su productividad y sostenibilidad del sueño americano. Lee Ermey, impulsa el mercado de armamento para que la gente en el resto del planeta se mate, y rinda de pasada dividendos a su industria de amas que la produce. BAE Systems, por ejemplo, la mayor firma del sector de defensa en el Reino Unido obtuvo utilidades antes de impuestos de US$1.400 millones, comparada con US$769 millones un año antes. Solo que hasta el momento, nadie le ha puesto un bloque de búsqueda a Ermey para liquidar tan seria amenaza en contra de la humanidad.

Según un reporte de las organizaciones humanitarias Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España), Amnistía Internacional (AI) y la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) denunciaron hoy que la "globalización de la industria de armamento" está aprovechando las "importantes lagunas en las normativas actuales sobre exportación de armas" para vender armas a gobiernos y grupos armados responsables de abusos contra los Derechos Humanos y a países sometidos a embargos de armas.

El informe indica que, a final de año, se calcula que el gasto militar habrá alcanzado la cifra sin precedentes de 1,06 billones de dólares (835.400 millones de euros), aproximadamente quince veces el gasto internacional en ayuda humanitaria. Es una cifra superior al récord alcanzado durante la Guerra Fría, en 1987/88, de 1,03 billones de dólares (811.60 millones de euros) al precio actual. En 2005, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania juntos sumaron aproximadamente un 82 por ciento de todas las transferencias de armas.

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